Guido Belsasso: A mi no me den, pónganme donde hay... Reloaded

22 de agosto de 2003

Libro electrónico gratis:<br>Eduardo Saavedra Estudio sobre la invasión de los árabes en España
Libro electrónico gratis:
Eduardo Saavedra
Estudio sobre la invasión de los árabes en España
Libro electrónico gratis:<br>Charles Perrault Cuentos
Libro electrónico gratis:
Charles Perrault
Cuentos
Libro electrónico gratis:<br>Helena Blavatsky Páginas ocultistas y cuentos macabros
Libro electrónico gratis:
Helena Blavatsky
Páginas ocultistas y cuentos macabros

Guido Belsasso, Comisionado Nacional de las Adicciones, le hizo caso al presidente (Pin)Chente Fox y al H.H.H. Secretario de Economía Fernando Canales. Esa fue su perdición.

Y es que a Guido Belsasso, un cuasi sub-secretario de Salud, se le ocurrió poner su changarro familiar, tal y como promueven y alientan (Pin)Chente Fox y Fernando Canales.

Como no sabía hacer tamales o elotes con chile, Guido Belsasso, (esposo por cierto de Guadalupe Bermúdez, -a.k.a Sari Bermúdez-, La Consentida de Marthita), y su hijo Bruno pusieron un despacho de asesoría y gestoría, International Practice Group.

Guido y Bruno Belsasso ofrecían acelerar trámites gubernamentales y conseguir permisos oficiales... en pocas palabras eran unos coyotes, bien trajeaditos, bien peinaditos, bien perfumaditos pero coyotes al fin y al cabo.

La ventaja de este despacho es que, en palabras del mismo Guido, tenían contactos en el Gobierno de la República desde "el Presidente para abajo..."

Guido y Bruno Belssaso andaban muy campantes explotando sus altos y poderosos contactos en el gobierno, gozando y beneficiándose del tráfico de influencias -un delito por cierto-.

Mientras tanto ni la Procuraduría General de la República ni la Secretaría de la Función Pública se daban por enteradas... ¿complicidad? ¿ineptitud? ¿el patrón les pidió hacerse de la vista gorda? ¿Otro chiquihuitazo?

El negocio de Guido y Bruno Belssaso tuvo que cerrar repentinamente, pero no como resultado de la acción de las instituciones encargadas de perseguir el tráfico de influencias.

Guido y Bruno Belssaso tuvieron que buscarse otra chamba cuando Jaime Avilés, periodista de La Jornada, los desenmascaró y documentó sus latrocinios.

Pero los altos contactos de Guido y Bruno Belssaso quizás le sirvan para salvarse... (PIn)Chente le ordenó a la Secretaría de la Función Pública investigar sobre el caso. ¿Por qué no a la P.G.R. directamente?

¿Este es el gobierno del cambio?

Ver mas pifias de los gobiernos del P.A.N.


Comenta y opina este texto     Lee mi libro de visitas
© 1997-2024 Alain García
albegago@hotmail.com
Twitter: Youtube @feesgo
YouTube Youtube
El vínculo a este documento es:

Compartir en facebook Compartir en twitter Compartir en whatsapp Rss

Puedes apoyar a este sitio invitándome a comer...

Este sitio utiliza cookies propias y de terceros para mejorar sus servicios. Si continua navegando, entendemos que acepta su uso. Política de Privacidad