Jasón y los argonautas por Barthold Georg Niebuhr

Fragmento del libro Historia de los héroes griegos.

Cuenta la leyenda que Pelias era rey de Tesalia. Previamente Pelias había derrocado a su hermano Esón para proclamarse rey. Un profecía señalaba que Pelias a su vez iba a ser derrocado por un hombre con un pie descalzo…

El rey Pelias organizó un banquete e invitó a su hermano Esón y al hijo de su hermano Jasón. En el camino Jasón cruzo un río y la corriente le arrancó de un pie la sandalia, así que se presentó en la corte del rey Pelias con un pie descalzo…

El rey Pelias se asustó y le pidió a Jasón que fuera al reino de Cólquide para recuperar el vellocino de oro, una piel de un carnero cubierta con oro. El viaje era peligroso y el rey Pelias pensaba que Jasón no sobreviviría.

Jasón consiguió un barco, llamado Argo, y reclutó una tripulación que incluía al mismísimo Hércules. Otros miembros de la tripulación fueron Pólux y los hermanos Zeto y Calais que según la leyenda podían volar.

Jasón se dirigió al reino de Cólquide localizado en el extremo oriental del Mar Negro. En el camino llegó a Salmydessus donde vivía un rey llamado Fineo que era acosado por las arpías. Los hermanos Zeto y Calais lograron ahuentar a las arpías y en agradecimiento el rey Fineo le dijo a Jasón como sortear las rocas de Simplégades.

Según la leyenda las rocas de Simplégades eran un paso por el mar que se cerraban para impedir el cruce de los navegantes, peces y aves que intentaban cruzar.

Jasón envío una paloma primero para cruzar por las rocas de Simplégades. La paloma logró pasar, aunque perdió la plumas de la cola. Acto seguido las rocas de Simplégades se volvieron a abrir lo que le permitió a Jasón cruzar.

Jasón pudo llegar al al reino de Cólquide. Ahí el rey Aetes le pidió dos tareas a Jasón a cambio de entregarle el vellocino de oro. Primero le solicitó arar un campo con dos toros de bronce que había creado Vulcano. Luego el rey Aetes le solicitó a Jasón que sembrara en ese campo dientes de dragón.

Las misiones eran suicidas. Los toros de bronce exhalaban fuego por la boca y la nariz… y tenían una fuerza desmedida.

Afortunadamente Medea, la hija del rey Aetes, se enamoró de Jasón y lo ayudó a vencer ambas pruebas. Primero Medea le dió una poción a Jasón para que fuera invulnerable y pudiera controlar a los toros. Todo mundo se sorprendió al ver como Jasón sometía a los toros de bronce y los usaba para arar la tierra.

El peligro del segundo reto era que al sembrar los dientes de dragón en la tierra saldrían hombres de hierro que atacarían a Jasón. Medea nuevamente ayudó a Jasón: le dió una piedra por la que se pelearían a muerte los hombres de hierro. Los pocos hombres de hierro que sobrevivieron fueron masacrados por Jasón.

Cumplidos los dos retos Jasón fue con el rey Aetes para que le diera el vellocino de oro. El rey Aetes le respondió que regresara otro día pues estaba muy ocupado… El vellocino de oro estaba resguardado por un dragón inmortal que sólo obedecía al rey Aetes.

Nuevamente Medea intervino para apoyar a Jasón. Medea sabía que al dragón le gustaban los alimentos dulces así que preparó unos panes con miel. Pero a los panes le añadió una poción que haría dormir al dragón.

Medea le dió los panes a Jasón y este a su vez se los ofreció al dragón. El dragón quedó profundamente dormido. Jasón aprovechó para tomar el vellocino de oro. Luego Jasón partió del reino de Cólquide rumbo a Grecia. Medea lo acompañó.

El rey Aetes se enteró de que Jasón tenía el vellocino de oro y envío a toda su flota en contra de él para capturarlo. Habilmente Jasón navegó hacia el norte, y no hacia el sur, para evitar la flota del rey Aetes. Para regresar a Grecia Jasón navegó por el océano que rodea el mundo.

Jasón regresó triunfante a Tesalia con el vellocino de oro. Poco tiempo después Medea provocaría que el rey Pelias fuera asesinado por sus propias hijas. Tras la muerte de Pelias Medea y Jasón fueron desterrados de Tesalia y tuvieron que vivir en Corintio.

Barthold Georg Niebuhr fue un historiador que nació en Dinamarca y vivió en Prusia. Se especializó en la historia de Roma. En 1842 publicó el libro Historia de los héroes griegos dedicado a su hijo Marcus.