La batalla del 5 de mayo por Niceto de Zamacois.

Fragmento del libro Historia de México.

En julio de 1861 el presidente Benito Juárez, ante la falta de dinero en las arcas pública, publicó un decreto para suspender el pago de las deudas del gobierno.

En octubre de 1861 Inglaterra, Francia y España decidieron invadir México para obligar al gobierno mexicano a pagar sus deudas.

En el año 1861 ingleses, franceses y españoles tomaron el puerto de Veracruz y una vez más invadieron México. El gobierno mexicano, encabezado por Benito Juárez, negoció con ingleses, franceses y españoles para que se retiraran del país. España e Inglaterra aceptaron retirarse, pero los franceses decidieron conquistar el resto del país e imponer a Maximiliano de Habsburgo como Emperador de los mexicanos.

El Ejército Francés prosiguió con sus planes de conquista y se dirigió a la Ciudad de Puebla. Ahí el General Ignacio Zaragoza se preparó para hacerle frente. En esos años el Ejército Francés era considerado el más poderoso del mundo y casi invencible. En 1862 el Ejército Francés llevaba ya 50 años sin ser derrotado, sin haber perdido una batalla. Desde 1812 el Ejército Francés había peleado en África, Asia y Europa y no había conocido la derrota.

Los franceses pensaban que la invasión a México sería un día de campo. Se equivocaron.

Ignacio Zaragoza y los valientes que defendieron Puebla no temieron enfrentarse al Ejército Francés y se prepararon para la guerra. El genio militar de Ignacio Zaragoza y el valor y patriotismo de sus tropas se manifestaron en la Batalla de Puebla del 5 de mayo de 1862. Ahí las armas nacionales se vistieron de Gloria: los franceses fueron derrotados.

El 5 de mayo de 1862 el Ejército Francés fue derrotado por un ejército de indígenas descalzos y armados con machetes...

Francia tuvo que posponer sus planes de conquista... El Ejército Francés se replegó a Veracruz en espera de más armas y más hombres. Casi un año después, el 16 de marzo de 1863, comenzaron a atacar nuevamente a Puebla. El 17 de mayo de 1863 Puebla cayó bajo el dominio de los franceses. Para deshonra de la historia de México los poblanos, habitantes de Puebla, y la Iglesia Católica recibieron con júbilo a los invasores franceses, los recibieron como héroes.

Puebla estuvo bajo control francés durante casi 5 años. Fué hasta el 2 de abril de 1867 que Porfirio Díaz logró liberarla del yugo invasor.